Bienvenidos a Knockemstiff, Ohio. Una hondonada en mitad de ninguna parte a la que a duras penas se puede otorgar la categoría de pueblo. Un lugar del que parece imposible huir y en el que la fatalidad, la desidia y la incapacidad de reescribir el propio destino parecen transmitirse por vía genética. Una suerte de agujero negro —y real, aunque hoy día está prácticamente despoblado— en el que nunca ocurre nada y en el que, sin embargo, ocurre todo. Pero, por encima de cualquier otra cosa, Knockemstiff es —compartiendo cartel con la galería de personajes recurrentes más descorazonadora que uno pueda imaginar— el protagonista omnipresente de esta colección de relatos cargados de triste realidad, violencia, sordidez y un oscuro sentido del humor.