La descripción del libro:
Era una fría y lluviosa tarde de domingo en Kristendant City. Una ciudad olvidada por muchos y que tampoco se encontraba en el mapa, y que también era de difícil acceso para cualquier persona que la intentase encontrar.
Kristendant, como así se llamaba, no se pasaba de una ciudadelita muy antigua y nada conocida. Fechada por sus primeros habitantes desde 1528, hoy en día con una población total de menos de 1.800 personas. En general todos se conocían, pero no conocían el mundo que existía después de los interminables bosques que los rodeaban.
Desde la enorme ventana, ya muy marcada por los cambios de los años que han pasado, Caarlin estaba esperando a alguien, o simplemente que se pasara la lluvia. — “Han pasado tres días desde que Martin se marchó y no tuve ningún aviso de su existencia…”. Esto era lo que angustiosamente decía la chica, sentada en el sofá, que era empotrado en la ventana acristalada con detalles de ángeles.
Martin Creic de La Pont, novio de Caarlin Btilbrom Fost, hacía tres días que había entrado en el bosque en busca de que todos en Kristendant llamaban de “Orbetite” y sólo entonces para poder casarse con su amada, Caarlin.
Pero ya se habían pasado tres días, y no se veía señales de Martin. Lo que hizo con que muchos creyesen que el joven, en su búsqueda por el Orbetite, acabara muerto por una de las criaturas de la selva.
Entonces, este es el principio del libro que Reik está leyendo, un libro que ganó el pasado fin de semana, cuando cumplió 12 años.
Reik era un chico alto, incluso, alto demasiado por su edad. Tenía la piel tan blanca como la nieve y un rostro que era diferente de los otros muchachos, por ser bello desde que nasciera. No era gordo o delgado, tenía un cuerpo normal, de modo que cuando se volviese un hombre maduro no tendría dificultades para encontrar una mujer hermosa.
¡Perdón!