Dice Steven Weinberg que “la religión no sólo es absurda, sino también dañina para la civilización”. Veremos que tiene toda la razón.
CL_DNidézettelőző év
Así surgieron los dioses, inicialmente incontables, indefinibles e imprevisibles, pero poco a poco modelados e integrados, mediante el trabajo imaginativo, según esquemas de cierto orden y jerarquía –en paralelo con las estructuras políticas y sociales del clan o de la tribu–.
CL_DNidézettelőző év
Según Marett (The Thershold of Religion, 1909), el hombre no comenzó a especular sobre sueños y visiones, y a formular ideas de fantasmas, sino que parece que fue movido por hondas emociones suscitadas por inexplicables fenómenos que causaban pánico.
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puso en marcha un lento proceso de reflexión sobre experiencias de todo tipo que le llevó a inventar el alma
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Las formas de la ilusión religiosa giran siempre, en el fondo, en torno a dos ejes
CL_DNidézettelőző év
constitutivamente inaccesibles a cualquier tentativa de conocimiento que se ajuste a las reglas indispensables de la observación intersubjetiva controlada por la razón.
tati hernandezidézettelőző év
Sus soportes siguen siendo el temor, el deseo y la esperanza, síndrome complejo eficazmente estimulado por las iglesias, diestras en el negocio de capitalizar la debilidad humana.
luz591995idézettelőző év
ignorancia, el miedo a lo desconoci- do, es lo que crea dioses,
Brendali Perezidézettelőző év
Dice Steven Weinberg que “la religión no sólo es absurda, sino también dañina para la civilización”. Veremos que tiene toda la razón.
b2622064873idézett2 évvel ezelőtt
l creer, sin saber bien en qué y por qué se cree, se debe, en gran parte, a las circunstancias anímicas en que vivieron, durante muchos siglos, los hombres primitivos,