Entrenamiento en Habilidades Emocionales y de Comunicación

Una persona persuasiva tiene en cuenta las preocupaciones de los demás y les ofrece soluciones a sus problemas.

Nuestra adopción de creencias y puntos de vista depende en gran medida de nuestras emociones inmediatas. Un buen orador no solo sabe cómo exaltar ciertas emociones, sino también cómo eliminar otras

Sin embargo, hay un criterio principal que un orador necesita cumplir para obtener pathos; él o ella necesita transmitir un mensaje que esté de acuerdo con algunos valores subyacentes de los lectores o oyentes.

A partir de esta palabra raíz se forman las palabras empatía, patético y simpatía.

El pathos puede ser un modo más poderoso de persuasión porque depende de la habilidad de un orador para apelar a las emociones del público.

Finalmente, la buena voluntad es el estado en el que una persona realmente tiene en mente nuestros mejores intereses.

Si un orador no muestra conocimiento o consideración por los intereses del conjunto al que se dirige, entonces nunca se construirá un rapport.

Comúnmente se dice que el carácter es lo que hacemos cuando nadie está mirando.

El buen sentido se encuentra solo en pensadores racionales y responsables.

Aristóteles nos ofrece tres cualidades explícitas que una persona debe mostrar para convertirse en un individuo más confiable: buen sentido, buen carácter moral y una buena voluntad.