Para empezar, "Klara y el sol" es la primera novela de Kazuo Ishiguro tras la concesión del premio Nobel en 2017, dicho esto, también advertir al lector que la historia es simple: una máquina humanoide de personalidad femenina, llamada Klara, observa el mundo desde el escaparate de la tienda donde se exhibe al potencial público comprador. Así de sencilla es la premisa, y es muchísimo más compleja de lo que parece.
Klara es una AA (Amiga Artificial) está diseñada para acompañar a los niños, mientras espera en el escaparate a un posible comprador, pasa los días contemplando el exterior en el que aún no habita, observa a los transeúntes, sus actitudes, sus gestos, su modo de caminar, y es testigo de algunos episodios que no acaba de entender, como una extraña pelea entre dos taxistas. Klara es una AA singular, es más observadora y más dada a hacerse preguntas; como sus compañeros, necesita del Sol para alimentarse y tiene claro su objetivo, esperar y acompañar cuando se le requiera.
Mucho o poco vamos a descubrir en esta novela sobre la tecnología que desarrolló las AA, sobre el mundo y su configuración en ese planteamiento, y es ahí donde se encuentra la fragilidad de esta novela, gusta, pero no encanta, porque la historia es sumamente fuerte, contemplativa y te invita a la reflexión, lo que le rodea, es un cabo suelto sin amarras u horquillas para sostenerse, nos encontramos un mundo pequeño, minúsculo, el de una AA que va en coche desde la tienda dónde se activó hasta la casa dónde vivirá el resto de sus días, viendo el resto del mundo, las más de las veces, únicamente desde el cristal de un coche.
Lo bueno, lo mejor y lo bello de este libro es que nos regala una deslumbrante parábola sobre nuestro mundo, su prosa llena de matices combinada con su increíble capacidad de simplificar lo complejo y explorar la esencia humana nos orilla a preguntarnos ¿Qué es lo que nos define como personas? ¿Qué es el amor? ¿Qué significa familia? ¿Se puede codificar un corazón? Las respuestas de estas preguntas están sujetas a la interpretación caleidoscópica de los matices humanos, pera una AA que todo lo ve conforme va sucediendo, es aún más distinto. Por cierto, ese final me dejó helado, para Klara no fue relevante, pero para nosotros no debería ser indiferente.
Me dejó 🤯. Qué impresionante reflexión sobre los seres humanos, sobre el amor, la fe, el miedo a la soledad, la esperanza, la bondad. Y todo esto narrado por Klara, una AA (amiga artificial) maravillosa y encantadora. De esos libros que emocionan y plantean tantas preguntas ❤️❤️❤️.
La idea de crear inteligencia artificial con el propósito de combatir uno de los grandes miedos del ser humano, la soledad. Es desde aquí donde Ishiguro juega con presentarnos a Klara, una robot con la habilidad excepcional de observarlo todo, incluso las emociones más complejas de los seres humanos.
Una historia distópica que pone en perspectiva la condición humana, y una ficción futurista que se lee cercana y posible.