¡Qué maestría narrativa la de Ian McEwan! De verdad que este libro no se puede parar de leer (o de escuchar).
Lindo y triste. Siempre me impresiona cómo McEwan logra interpretar a personajes tan diversos con tanto detalle de sus mundos interiores, sensasiones y emociones.
Impresiona un poco notar cómo esta parodia hiperbólica de la derecha británica en 2019 resulta un retrato justo del presidente argentino en 2024.