Luisa Josefina Hernández

  • Yatzel Roldánidézettelőző év
    Era un libro de esos que se leen a cucharadas, como si fueran grandes tragos de aceite y que tienen la particularidad de que los personajes no se suicidan
  • Yatzel Roldánidézettelőző év
    Otro aspecto que me parece muy destacable y que se encuentra estrechamente ligado al desarrollo de los personajes es la dimensión filosófica de la novela
  • Yatzel Roldánidézettelőző év
    Puede una mujer –una mujer pobre– ser dueña de sí misma? ¿Puede una mujer pobre aspirar a ser dueña de su propio deseo? La historia que se narra en estas páginas da cuenta del modo lento e implacable en que se enzarza la hiedra que va recluyendo al personaje en una prisión hecha de miedo, precariedad, nulificación, desa­mor y abandono: de impiedad
  • Yatzel Roldánidézettelőző év
    Fue así como nos dimos a la tarea de crear la presente colección, para dar respuesta a lo que la misma Luisa Josefina Hernández declara en sus Memorias: “Pienso que en ciertos países el verdadero peligro es el olvido, por descuido de editoriales y de universidades. Con esto quiero decir que existe la obligación de proteger la cultura nacional, y esto significa hacerla llegar al prójimo y al mundo. Se hace con estudios y con ediciones cuando los libros se agotan.”
  • Yatzel Roldánidézettelőző év
    Ya sabes que de las Euménides que me persiguen, la más feroz es la de la compasión. Me dejo caer en gotitas empalagosas sobre el agente provocador y luego lo detesto tanto, que me gustaría sacarlo al aire y al sol, para que sea exterminado en una repentina invasión de moscas y de hormigas. Y así estuve toda la tarde de hoy, segregando miel, como una colmena vieja y vengativa
  • Itzel Roblesidézett2 évvel ezelőtt
    Estaba muerta, como si hubiera recibido en todo el cuerpo y de un solo golpe, el peso de lo que se logra y no se tiene.
  • Itzel Roblesidézett2 évvel ezelőtt
    Te había logrado una vez más, pero muy claramente, como nunca, sabía que no era posible tenerte.
  • Itzel Roblesidézett2 évvel ezelőtt
    Ambulo para encontrar ese recóndito lugar de musgo, en que, sin dar lugar a duda, ha crecido la hierba. Ese es el sitio que yo busco para estar el minuto de calma, la tregua entre el castigo y el castigo.
  • Itzel Roblesidézett2 évvel ezelőtt
    Sin volver a la conciencia, recapacito para saber que el fantasma, la visión que se espera en la explanada y yo, somos lo mismo, y que el sitio donde crece la hierba, no existe para mí.
  • Elizabeth Loveidézett2 évvel ezelőtt
    Las mujeres me despiertan la misma sospecha que tengo de mí misma y casi no es una sospecha, sino una cosa escéptica y segura.
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