Editorial Sargantana

sólo me queda un consuelo,
que me escribas, te lo ruego,
y con tus letras soñar

cuando contemplo el mar
observando su grandeza,
lo único que a mí me aqueja,
es no poderte mirar.
Así que…, para acabar,
sólo me queda un consuelo,
que me escribas, te lo ruego,
y con tus letras soñar
lo bonito que es naufragar,
en tu carta, sobre adentro,
pues te siento como el mar
si me mojas, por el viento

Porque una estrella me dejó

cuando los ojos más veían;

no sé por qué se alejó,

si cogerla no podía.

Quiero saber, y no puedo,

por qué me das alegría

cuando en las manos yo tengo,

y oigo, tu caligrafía.

RECUERDO

La poesía no es más,

que expresar un sentimiento.

Un solo instante no más,

después se va con el viento.

Pero se queda en la mente

aquel recuerdo sincero,

como aquel decir: “te quiero”,

ahí te encontrabas
y al alzar la vista, te ví
y sentí,
lo que no saben decir las palabras

COMO NÁUFRAGO

Sin ti,

soy un náufrago metiendo en la botella un mensaje,

para luego posarlo en el mar de la esperanza.

Sueño que un día lo recojas convertido en corazón

y sientas lo que yo,

cuando puse: “te quiero

Y es que los días pasan

no sé si lentos o aprisa,

pero con tu sonrisa,

que en sobre me mandas,

haces cambiar tristeza

por inmensa alegría

Porque una estrella me dejó

cuando los ojos más veían;

no sé por qué se alejó

¿Por qué existe la amargura,

el dolor y el sufrimiento?

¿por qué el pesar no nos brota;

sus raíces, nos roen dentro?.

¿Por qué gusta la soledad,

unida con el silencio?

¿qué encontramos con callar?

¡solamente desconcierto!