José Gorostiza

  • Talia Garzaidézettelőző év
    Hay recias obras del arte de los hombres en las que la poesía no intervino. El Partenón en su majestad empequeñece y abate. La arquitectura está sola en él, grandiosa y escueta. El Taj Mahal, en cambio, aparece frente a los espejos de agua en que se mira como anegado por una inconfundible inspiración poética.
  • Talia Garzaidézettelőző év
    Sucede, aunque no a menudo, que el artista individual —digamos un pintor o un músico— se sirve de los recursos de un arte no poético para hacer poesía. La ocurrencia es casi siempre involuntaria y, cuando la asociación se produce como consecuencia de un movimiento natural de la inspiración creadora, el efecto es de completa plenitud.
    Me viene a la memoria la pintura del Beato Angélico. La unidad de
  • Talia Garzaidézettelőző év
    ¡MAS QUÉ VASO —también— más providente!
    Tal vez esta oquedad que nos estrecha
    en islas de monólogos sin eco,
    aunque se llama Dios,
    no sea sino un vaso
    que nos amolda el alma perdidiza,
    pero que acaso el alma sólo advierte
    en una transparencia acumulada
    que tiñe la noción de Él, de azul.
    El mismo Dios,
    en sus presencias tímidas,
    ha de gastar la tez azul
    y una clara inocencia imponderable,
    oculta al ojo, pero fresca al tacto,
  • Talia Garzaidézett9 hónappal ezelőtt
    oh inteligencia, soledad en llamas!
    que lo consume todo hasta el silencio
  • Talia Garzaidézett9 hónappal ezelőtt
    La palabra es, con todo, terreno propio de la poesía e instrumento necesario para su cabal expresión
  • Talia Garzaidézett9 hónappal ezelőtt
    Bajo el conjuro poético la palabra se transparenta y deja entrever, más allá de sus paredes así adelgazadas, ya no lo que dice, sino lo que calla. Notamos que tiene puertas y ventanas hacia los cuatro horizontes del entendimiento y que, entre palabra y palabra, hay corredores secretos y puentes levadizos
  • beatriz de la peñaidézettelőző év
    LLENO de mí, sitiado en mi epidermis
    por un dios inasible que me ahoga,
    mentido acaso
    por su radiante atmósfera de luces
    que oculta mi conciencia derramada,
    mis alas rotas en esquirlas de aire,
    mi torpe andar a tientas por el lodo;
    lleno de mí —ahíto— me descubro
    en la imagen atónita del agua,
    que tan sólo es un tumbo inmarcesible
  • NAYELI CHIRSTELL ACOSTA GARCIAidézett3 hónappal ezelőtt
    A VECES me dan ganas de llorar,
    pero las suple el mar.
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