Antonio Lozano

Quería saber quién más había estudiado las dimensiones en apariencia ocultas de la depresión y la ansiedad, y lo que esto significaba a la hora de ver cómo podíamos reducirlas.

Todos son modos en que nos hemos visto apartados de necesidades innatas, las cuales hemos perdido en algún punto del camino.

Primera causa:
desconexión de un
trabajo con sentido

Joe siempre pensaba lo mismo al salir del trabajo: «No creo haberle cambiado la vida a nadie».

«Piensa en tu propia vida —me dijo Michael cuando me recibió en su despacho en el centro de Londres—. Examina tus sentimientos. Cuando te sientes peor en relación al trabajo —y probablemente en relación a la vida— es cuando sientes que careces de control».

«Cuando el trabajo es enriquecedor, la vida resulta más completa, y esto se transmite a las cosas que haces fuera del trabajo», me contó Michael. En cambio, «cuando el trabajo es desesperante, uno se siente destrozado al final del día, simplemente destrozado».

con frecuencia la depresión ocurre cuando tiene lugar un «desequilibrio entre los esfuerzos y las recompensas».[

de lo que se trata es de lo terrible que resulta hacer algo carente de propósito y sentir que no tienes más remedio que continuar.

Si deseas averiguar cómo cambia tu cerebro y tus sentimientos cuando interactúas con el resto del mundo, bien puedes empezar por fijarte en lo que ocurre en la situación diametralmente opuesta, es decir, cuando te sientes solo y desconectado del mundo que te rodea.

Cuando sufres de estrés, aumenta tu ritmo cardíaco y a tu saliva fluye una hormona llamada cortisona.