No quiero dar el mensaje de que no se aspire a una Dirección General. Solo quiero advertir que, aunque tiene muchas recompensas como el sentido de logro, el desarrollo personal, el reconocimiento social y un buen nivel de ingreso económico, también es cierto que es un cargo que está reservado a personas que están dispuestas a sacrificarse por los demás, a ver por los otros y que, muchas veces, pensarán, celebrarán o llorarán… en soledad