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Nathaniel Hawthorne

  • Andrés Alfaroidézett2 évvel ezelőtt
    El amor, ya brote por vez primera, ó surja de cenizas casi apagadas, siempre tiene que crear un rayo de sol que llena el corazón de esplendores tales, que se esparcen en todo el mundo interior.
  • Salma Caristoidézettelőző év
    lanza su última música sin hojas

    —sinfónica explosión donde hubo nidos—,

    crujen todos los huesos de madera
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    ¿Qué hago en el bosque si estoy pensando en algo que no sea el bosque?
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    ¿Qué derecho tenía de abrumar bajo el peso del delito hombros tan flacos como los suyos? El crimen es para los fuertes que ó pueden soportarlo en silencio, ó librarse de él descargando de una vez su conciencia si encuentran el peso demasiado grave. Pero esta alma tan extremadamente débil y sensible no podía hacer ni lo uno ni lo otro, sino vacilar contínuamente entre los dos extremos, enredándose cada vez más en los lazos inextricables de la agonía de un inútil arrepentimiento y de un oculto delito.
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    Algo había desaparecido en ella, algo completamente femenino, como acontece con frecuencia cuando la mujer ha pasado por pruebas de una severidad peculiar: porque si ella es toda ternura, esto le costará la vida; y si sobreviviere á estas pruebas, entonces esa ternura ó tiene que extinguirse por completo, ó reconcentrarse tan hondamente en el corazón, que jamás se podrá mostrar de nuevo. Tal vez esto último sea lo más exacto. La que una vez fué una verdadera mujer, y ha cesado de serlo, puede á cada instante recobrar sus atributos femeninos, si solamente viene el toque mágico que efectúe la transfiguración.
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    Pero en la educación de su hija, la osadía de sus pensamientos había abatido en gran parte su entusiasta vuelo
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    —Llevadla, pues, si así os place,—replicó el médico.—Una mujer debe seguir su propio capricho en lo que concierne al adorno de su persona.
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    yerba mora, beleño, cicuta, apócimo
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    Para conseguirlo, pensó en aquellos días, ya muy lejanos, en que Rogerio acostumbraba dejar su cuarto de estudio á la caída de la tarde, y venía á sentarse junto á la lumbre del hogar, á los rayos de luz de su sonrisa nupcial. Decía entonces que necesitaba calentarse al resplandor de aquella sonrisa, para que desapareciera de su corazón de erudito el frío producido por tantas horas solitarias pasadas entre sus libros.
  • Michel Isidroidézett2 évvel ezelőtt
    —¿Te has despertado alguna vez sin que me hayas visto junto á tí?—le preguntó Ester.

    —No lo recuerdo,—dijo la niña.—Si temes dejarme sola en nuestra choza, debes llevarme contigo. Mucho me alegraría acompañarte.
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