El término vagina proviene del latín, aparece en textos médicos del siglo XVII y significa «vaina o funda». Una vagina es algo en lo que se introduce una espada. Esa es toda su función etimológica: ser el soporte de una espada (pene). Depende del pene para poder tener una función y un significado. También podríamos seguir llamando a la pobre «callejón de la polla» [cock-alley (1785)] o «bolsa de pudin» [pudding bag (1653)]. Hay muchos lingüistas perspicaces que, con razón, se ponen nerviosos cuando se confunde la vagina con la vulva. Para que quede claro: la vagina es el canal muscular que conecta el útero con la vulva, y la vulva es el equipo externo, que comprende el monte de Venus, los labios mayores, los labios menores, el clítoris, el vestíbulo de la vagina, los bulbos del vestíbulo y las glándulas de Bartolino.