Ruth Gutiérrez Álvarez

  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    Abrimos la boca y tragamos la hostia sin rechistar.

    Abrimos la boca y bebemos de su teta,

    como putas ratas.
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    El cuerpo de mamá apareció en una cuneta.
    Apareció con la boca llena de tierra de la cuneta,
    atascada en la garganta.

    ¡Porque son hombres fuertes!
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    Los hombres fuertes.

    No olvides de lo que son capaces los hombres fuertes, Abi.

    Papá abre otra botella.
    Me dice que tenga cuidado,
    que los hombres fuertes son capaces de vivir
    con el corazón extirpado del pecho.
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    En tu mundo las mujeres no lloran desesperadas

    mientras les gritan a sus hijas:

    “Cabrona hija de puta, cállate

    y no me hagas golpearte esa bocota sucia que tienes”
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    A una niña le pueden romper las piernas a golpes

    y no significa nada.

    Pueden violarla.

    Pueden traficar con ella.

    Pueden abofetearla hasta que se desangre.

    Y violarla otra vez.

    Y violarla cien veces más.

    Hasta que no muere, eso no significa nada.

    Hasta que no sea desmembrada

    y encuentren sus trozos tirados por las esquinas de la ciudad,

    no significará nada.

    Solo si muere, merece atención.

    Merece un homenaje.

    Merece salir en los periódicos.

    Merece que la maldita Europa se manifieste.

    Por eso mamá no salió en los putos periódicos

    hasta que apareció muerta en una cuneta.
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    Les encanta lamentarse de los muertos.
    Las cifras.
    6 niñas muertas.
    23 mujeres muertas en lo que va de año.
    La masacre de El Salado.
    Los muertos en las manifestaciones.
    Cifras.
    Un muerto arriba, un muerto abajo.
    Nadie se emociona con las cifras
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    Nadie se asusta con las cifras
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    Las cifran no conmueven
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    Los muertos sí, pero no las cifras.
    Y empieza a ser normal que haya esas cifras.
  • Brenda Edith Chávez Aguilaridézett2 évvel ezelőtt
    — ¿Sabes esa sensación,

    cuando eres pequeño y metes las manos entre ortigas,

    y tu padre, en lugar de consolarte

    y ponerte manzanilla, va y te regaña?

    Pues esto es como tener el cuerpo entero cubierto de ortigas.

    Hasta los ojos.

    Y ya no puedo ver nada más que eso.

    Ya no puedo sentir más que eso.

    ¿Alguna vez has metido las manos entre ortigas, mi amor?
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