Lourdes Pérez Ureña

No es el mundo el que es cruel —dijo Neil—. Es la gente que lo habita.

Si los Zorros consiguieran superar sus diferencias y aprendieran a ponerse de acuerdo de vez en cuando, podrían convertirse en algo extraordinario

Todo esto no es una novedad para ti, pero desde ahora y hasta mayo sigues siendo Neil Josten y yo sigo siendo el hombre que prometió mantenerte con vida.

Wymack se detuvo frente a él.

—Neil, entre tú y yo —dijo—, creo que no has estado bien en tu vida.

Con el polvo de galleta corriendo por sus venas

Marcharse significaba vivir, pero para Neil vivir significaba tan solo sobrevivir, nada más. Significaba nombres nuevos y lugares nuevos y nunca mirar atrás. Significaba hacer la maleta y ponerse en marcha cada vez que empezaba a sentirse a gusto en un sitio.

Crees que monté este equipo como lo hice porque pensé que sería una buena estrategia publicitaria? Lo hice para dar segundas oportunidades, Neil. Segundas, terceras, cuartas, las que sean. Siempre que tengas una más de las que te ha dado el resto.

sabía lo que era tener que luchar por levantarse y seguir adelante cada día.

—¿Demasiado bueno para jugar con nosotros y demasiado bueno para ir en coche con nosotros?

Yo no creo en el perdón y no fue a mí a quien ofendiste.