José Eustasio Rivera

  • Carlos Julian Peña Tascoidézettelőző év
    Respecto de Alicia, el más grave problema lo llevo yo, que sin estar enamorado vivo como si lo estuviera
  • Carlos Julian Peña Tascoidézettelőző év
    Respecto de Alicia, el más grave problema lo llevo yo, que sin estar enamorado vivo como si lo estuviera
  • Carlos Julian Peña Tascoidézettelőző év
    —Sí, porque ya otra noche se nos apareció, con una linternita en la mano, por la oriya de la sabana, caminando sin pisar el suelo.

    —¿Y por qué no le preguntaron, de parte de Dios, qué quería?
  • Carlos Julian Peña Tascoidézettelőző év
    De todo nuestro pretérito solo quedaría perdurable la huella de los pesares, porque el alma es como el tronco del árbol, que no guarda memoria de las floraciones pasadas sino de las heridas que le abrieron en la corteza
  • Carlos Julian Peña Tascoidézett10 hónappal ezelőtt
    sus manos fueron incapaces de inventar la menor caricia. Jamás escogió un perfume que la distinguiera; su juventud olía como la de todas
  • Carlos Julian Peña Tascoidézett10 hónappal ezelőtt
    Desconoció la conciencia del beso y sus manos fueron incapaces de inventar la menor caricia. Jamás escogió un perfume que la distinguiera; su juventud olía como la de todas
  • Carlos Julian Peña Tascoidézett10 hónappal ezelőtt
    El domingo la vi en misa,

    el lunes la enamoré,

    el martes ya le propuse,

    el miércoles me casé;

    el jueves me dejó solo,

    el viernes la suspiré;

    el sábado el desengaño...

    y el domingo a buscar otra

    porque solo no me amaño.
  • teo kyokoidézettelőző év
    Los que un tiempo creyeron que mi inteligencia irradiaría extraordinariamente, cual una aureola de mi juventud; los que se olvidaron de mí apenas mi planta descendió al infortunio; los que al recordarme alguna vez piensen en mi fracaso y se pregunten por qué no fui lo que pude haber sido, sepan que el destino implacable me desarraigó de la prosperidad incipiente y me lanzó a las pampas, para que ambulara, vagabundo, como los vientos, y me extinguiera como ellos sin dejar más que ruido y desolación.

    (Fragmento de la carta de Arturo Cova.)
  • teo kyokoidézettelőző év
    Más que el enamorado, fui siempre el dominador cuyos labios no conocieron la súplica. Con todo, ambicionaba el don divino del amor ideal, que me encendiera espiritualmente, para que mi alma destellara en mi cuerpo como la llama sobre el leño que la alimenta.
  • teo kyokoidézettelőző év
    vano mis brazos —tediosos de libertad— se tendieron ante muchas mujeres implorando para ellos una cadena. Nadie adivinaba mi ensueño. Seguía el silencio en mi corazón.
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