Antaño, si recuerdo bien, mi vida era un festín en el que se abrían todos los corazones, en el que todos los vinos hacían torrentes.
Rafael Ramosidézett2 évvel ezelőtt
Logré diluir en mi espíritu toda esperanza humana. Sobre todo júbilo, para estrangularlo, hice el salto cauteloso de la bestia feroz.
Rafael Ramosidézett2 évvel ezelőtt
Llamé a los verdugos para morder la culata de sus fusiles mientras perecía. Llamé a los flagelos para ahogar con arena la sangre. La desgracia fue mi dios. Me revolqué en el barro. Me sequé con el aire del crimen. Aposté con la locura.