No hay nada tan expresivo como la cara de un niño pequeño: la boca abierta en una mueca desesperada, los ojos apretados, la piel enrojecida por el esfuerzo... y qué gritos.
Josué Osbourneidézett2 évvel ezelőtt
Recuerdo que ella dijo –o gritó, porque con la capota quitada había que levantar la voz para entenderse– que en el campo no puedes preferir unos olores a otros. Tenía razón: aspirar embelesado el olor de la hierba y torcer la nariz ante
eduardomuro3516860idézett2 hónappal ezelőtt
Las lágrimas son barquitas
que se llevan las penas
por el Mar de las Mejillas.
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