Pilar Tejera

La propia Virginia Woolf, sintiendo un impulsivo interés por el nuevo medio de transporte, confesaría que lo que de verdad le gustaría en la vida es poseer una motocicleta.

The rugged road,

Una de ellas incluso, Dorothy “Dot” Robinson, amante de las motos, diseña ropa para la mujer motera en color rosa.

Pero los impedimentos del viaje no disuaden a Effie. Con la recién comprada Harley Davidson modelo V-Twin, se pone a planificar su viaje. Su madre, Avis, una señora oronda de 52 años de edad y acostumbrada a una existencia convencional, en principio no ve con buenos ojos que su hija abandone la seguridad de un trabajo para materializar en solitario tan descabellada ocurrencia, pero pasado un tiempo, no sabemos si contagiada del entusiasmo de su hija o dispuesta a no quedarse sola en casa esperando noticias suyas, se suma a la aventura. La única condición impuesta por Avis, es que su hija incluya algunos destinos turísticos en la ruta, como las cataratas Niagra, aunque con escasas probabilidades de éxito.

Pero los impedimentos del viaje no disuaden a Effie. Con la recién comprada Harley Davidson modelo V-Twin, se pone a planificar su viaje. Su madre, Avis, una señora oronda de 52 años de edad y acostumbrada a una existencia convencional, en principio no ve con buenos ojos que su hija abandone la seguridad de un trabajo para materializar en solitario tan descabellada ocurrencia, pero pasado un tiempo, no sabemos si contagiada del entusiasmo de su hija o dispuesta a no quedarse sola en casa esperando noticias suyas, se suma a la aventura.

Después de haber descubierto el placer de conducir su Harley Davinson, se negaba a renunciar a su sueño.

El 24 de junio de 1914, Della cargó en su Harley-Davidson V-twin 57 kilos de equipaje, incluido su perro, y dejó la ciudad de Waco.

sas y granjas que la cobijaron. En una de aquellas ocasiones, y bajo una terrible tormenta de nieve, uno de los granjeros se negó a acogerla alegando que no debería estar viajando bajo aquella climatología. Felizmente, la esposa intervino y Della pudo secar sus ropas y dormir bajo cobijo.

Durante los primeros días no hubo grandes contratiempos, sin embargo, al entrar en Kansas, las fuertes lluvias la obligaron a instalar cadenas en las llantas que se hundían en los enfangados caminos haciendo casi imposible la conducción, pero ocho días después de haber partido y a pesar de una colisión, Della y su perrito se abrían paso a través de los profundos surcos que conducían a Dodge City sin mayores contratiempos.

Durante los primeros días no hubo grandes contratiempos, sin embargo, al entrar en Kansas, las fuertes lluvias la obligaron a instalar cadenas en las llantas que se hundían en los enfangados caminos haciendo casi imposible la conducción, pero ocho días después de haber partido y a pesar de una colisión, Della y su perrito se abrían paso a través de los profundos surcos que conducían a Dodge City sin mayores contratiempos.