María Elena Walsh

  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    La soledad hería el horizonte

    para extenderse más ilimitada.
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Recuerdo el pájaro atareado

    y la faena de la araña

    y el cielo diminuto que cabía

    en mis pestañas.
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Y gracias a una tierna hechicería

    la noche prodigaba su consuelo

    con tanta caridad que uno veía

    las estrellas tiradas en el suelo.
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Todos los pájaros habían muerto

    en el transcurso de las avenidas.

    Qué llanto conocí, qué desconsuelo:

    era el otoño y era la llovizna,

    todos los pájaros habían muerto.
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Yo nunca tuve edad. Por eso entonces

    crecí en la medida de mi muerte

    ante la certidumbre del dolor

    y la presencia de lo inexistente

    y esa frialdad de las antiguas voces

    sólo atentas a sus atardeceres.
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Es verdad que nací para estar triste

    junto a cualquier ventana, cuando llueve.

    Pero eso sí: guardadme mi silencio,

    aquel tan habituado a mis papeles
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Si hablo del otoño es porque llueven

    llantos sin fin en un jardín desierto.

    Sugestivos silencios me conmueven

    si digo que los pájaros han muerto.
  • Bárbaraidézett5 hónappal ezelőtt
    Seré materia de esperanza. Digo:

    —Cuando madrugues, cuando te enamores,

    cuando mires los ojos del amigo

    y te distraigan aparentes flores
  • Ana Saenzidézettelőző év
    No regresó conmigo

    la alondra persuasiva

    porque me desterró de su latido

    cuando el cielo fue luz de mediodía.
  • Ana Saenzidézettelőző év
    No regresó conmigo

    la alondra persuasiva

    porque me desterró de su latido

    cuando el cielo fue luz de mediodía.
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