Rita Indiana

una lo tiene en la sangre y que una trae los pecados de sus abuelos y tatarabuelos en la sangre y así hasta los taínos que eran gente buena, pero sin dios

Yo me hago la loca segura de que no viene por ahora porque al que le van a hundir un machetazo en la cabeza no le avisan

Papi tiene más carros que el tuyo, más carros que el diablo

Cuando estoy estreñida me untan vaselina y me sacan los mojones con las uñas rojas y largas que tienen todas las novias de mi papá

Luego ella me dice que yo soy muy linda y le vomito encima

A mí me gusta cómo la gente dice aleluya y ahora que no había intérprete y Jimmy hablaba completamente en inglés, lo único que se entendía eran los aleluyas. Y yo pensé que si entendía los aleluyas era porque yo ya sabía inglés. Y pensé: aleluya. Y dije: aleluya.

papi se desmonta y deja el carro abierto para que los niños, los jóvenes

mientras taxistas en Cadillacs de otra era iban y venían con turistas de la nostalgia.

La madre de Argenis, al igual que Bengoa, es una narradora nata, pero al contrario que el médico, sus recuerdos de esa época nunca la han aliviado, más bien la hacen hablar dolorosa y lentamente, como se bebe un remedio amargo

Mi abuela ya dobló suficiente ropa, pensó, como si los años de trabajo duro de la negra lo exoneraran a él del mismo.