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James Joyce

Cartas de amor a Nora Barnacle

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  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Eres una persona triste, y como yo mismo soy un tipo sumamente melancólico, presumo que el nuestro es un amor más bien sombrío.
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    ¡Cuánto me gustaría sorprenderte ahora durmiendo! Hay un lugar en el que me gustaría besarte, un extraño lugar, Nora. No en los labios. ¿Sabes dónde?
    ¡Buenas noches, amor!
    JIM
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Amor mío, ¡no puedes sospechar el hastío que siento en Dublín! Es la ciudad del fracaso, del rencor y la desdicha. Anhelo marcharme de aquí.
    Pienso constantemente en ti. Por la noche, al acostarme, es una verdadera tortura. No voy a escribirte en esta hoja lo que llena mi pensamiento, la locura del deseo. Te veo en un centenar de posturas, grotesca, vergonzosa, virginal, lánguida. Querida, cuando nos reunamos, entrégate a mí con plenitud. Todo esto es sagrado, oculto para los demás, debes darte a mí libremente. Deseo ser el dueño de tu cuerpo y de tu espíritu.
    Hay una carta que no me atrevo a ser el primero en escribir y sin embargo espero que algún día tú lo hagas. Una carta sólo para mis ojos. Quizás tú la escribas y así se mitigue la angustia de mi espera.
    ¿Qué puede pasar ahora entre nosotros? Hemos sufrido y hemos sido puestos a prueba. Se ha desvanecido todo velo de vergüenza o desconfianza entre nosotros. ¿Acaso veremos cada uno en los ojos del otro las horas y horas de felicidad que nos esperan?
    Nora, adorna tu cuerpo para mí. Cuando nos encontremos debes estar hermosa y feliz, enamorada y provocativa; llena de recuerdos, llena de deseo, ¿Recuerdas los tres adjetivos que utilicé en «Los muertos» al hablar de tu cuerpo? Eran estos: «musical, extraño y perfumado».
    Todavía laten celos en mi corazón. Tu amor por mí debe ser intenso y violento para que olvide completamente.
    Nora, no permitas siquiera que pierda el amor que te tengo. Si pudiéramos seguir de esta manera juntos en la vida, podríamos ser muy felices. Déjame amarte, Nora. No mates mi amor.
    Te llevaré un pequeño regalo. Todo es idea mía, y me ha costado mucho hacerlo como deseaba. Pero será siempre un recuerdo de estos días.
    Querida, escríbeme y piensa en mí.
    ¡Qué representa una semana o diez días comparado con todo el tiempo de alegría que nos espera!
    JIM
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Querida Nora, estoy muy preocupado acerca de cómo voy a reunir el dinero para Eva y para mí y también para ir a Galway a ver a tus padres. Hoy escribí a tu madre, pero realmente no deseo ir. Me hablarán de ti y de esas cosas que ignoro. Me asusta incluso que me muestren una fotografía tuya de pequeña, pues pensaré, «Entonces no la conocía, y tampoco ella a mí. Cuando por la mañana iba tranquilamente a misa a veces miraba largo rato a algún muchacho que pasaba por la calle. A otros, no a mí».
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Son las seis y media de la mañana y hace frío mientras escribo. Apenas he dormido en toda la noche. ¿Es Giorgio hijo mío? La primera noche que dormí contigo en Zurich fue el 11 de octubre y él nació el 27 de julio. Esto hace nueve meses y diecisiete días. Recuerdo que aquella noche hubo muy poca sangre… ¿Te habías acostado con alguien antes de hacerlo conmigo? Me habías contado que un cierto Hallohan (un buen católico, claro, cumpliendo siempre sus deberes de Semana Santa) quería tenerte, cuando estabas en el hotel, usando lo que llaman un «condón». ¿Llegó a hacerlo? ¿O le permitiste sólo que te acariciara y te tocara con sus manos?
    Dime. Cuando estabas con el otro (un «amigo» mío) en aquel prado cerca del Dodder (las noches en que yo no estaba allí), ¿estabas tendida cuando lo besabas? ¿Le pusiste tu mano como hiciste conmigo en la oscuridad y le dijiste como a mí, «qué es esto, cariño»? Un día caminé arriba y abajo por las calles de Dublín sin oír otra cosa que estas palabras, repitiéndolas una y otra vez y permaneciendo quieto para escuchar mejor la voz de mi amor.
    ¿Qué pasará ahora con mi amor? ¿Cómo voy a ahuyentar el rostro que aparecerá ahora entre nuestros labios? ¡Noche por medio en las mismas calles!
    He sido un loco. Siempre creí que sólo te dabas a mí, y estabas dividiendo tu cuerpo entre el mío y el de otro. Aquí en Dublín circula el rumor de que yo he recogido las sobras de otro. Quizás se ríen cuando me ven pasar con mi hijo por las calles.
    ¡Oh, Nora! ¡Nora! ¡Nora! Ahora estoy hablando a la muchacha que amé, que tenía el pelo castaño rojizo, y que se acercó tranquilamente a mí, me tomó entre sus manos y me hizo un hombre.
    Marcharé a Trieste tan pronto como Stannie me mande el dinero, y luego veremos qué es lo mejor que podemos hacer.
    Oh, Nora, ¿hay alguna esperanza para mi felicidad?
    ¿Quedará mi vida destrozada? Aquí dicen que me estoy consumiendo. Si pudiera olvidar mis libros y mis hijos, olvidar que la muchacha que amé me era infiel, y recordarla sólo como la vi con los ojos de mi amor juvenil, me iría contento de la vida. ¡Qué viejo y miserable soy!
    JIM
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Nora, ni yo ni Giorgio vamos a ir a Galway.
    Voy a renunciar a los asuntos por los que vine y que esperaba que pudieran mejorar mi posición.
    He sido sincero en lo que te he dicho de mí. Tú no lo has sido conmigo.
    Cuando solía encontrarte en la esquina de Merrion Square y pasear contigo y sentir tu mano tocarme en la oscuridad y oír tu voz (¡Oh, Nora! Nunca oiré otra vez esa música, pues nunca volveré a confiar), cuando te encontraba noche por medio tenías una cita frente al Museo con un amigo mío, ibas con él por las mismas calles, siguiendo el canal, pasada la «casa de las escaleras», a lo largo de la orilla del Dodder. Te quedabas con él: él te rodeaba con su brazo y tú inclinabas tu cara y le besabas. ¿Qué otra cosa hacían juntos? ¡Y a la noche siguiente me encontrabas!
    Lo he oído de sus labios hace sólo una hora. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, lágrimas de tristeza y mortificación. Mi corazón, lleno de amargura y desesperación. Sólo veo tu rostro al inclinarse para encontrarse con el otro. Oh, Nora, compadécete por lo que ahora estoy sufriendo. Lloraré días enteros. ¡Se ha roto mi fe en el rostro que amaba! Oh, Nora, Nora, apiádate de mi pobre desdichado amor. No puedo llamarte con ningún nombre querido pues anoche supe que el único ser en quien creía no me era fiel.
    ¿Se ha acabado todo entre nosotros, Nora?
    Nora, escríbeme, en consideración a mi amor muerto. Los recuerdos me atormentan.
    Escríbeme, Nora, te amaba: y tú has roto mi fe en ti.
    Oh, Nora, soy desdichado: Lloro por mi desgraciado amor.
    Escríbeme, Nora.
    JIM
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Querida Nora, por el amor de Dios, que nada impida que esta noche seamos felices. Por favor, dime si hay algo que está mal, ya esto empezando a temblar y si no me miras pronto como antes, tendré que caminar arriba y abajo del café. Esta noche no puede molestarme nada de lo que hagas. Nada podrá hacerme sentir desgraciado. Cuando vayamos a casa te besaré cien veces. ¿Te ha molestado este compañero o te molesté yo mismo?
    JIM
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Queridísima Nora, no puedo ocultarte lo desolado que me siento desde anoche. Con mi manera usual de ver las cosas pensaba que me había resfriado, pero estoy seguro de que es algo más que una enfermedad física. ¡Qué necesarias son las pequeñas palabras entre nosotros! Parece como si ya nos conociéramos, a pesar de que no nos decimos nada durante horas. A veces me pregunto si te das cuenta realmente de lo que tienes que hacer. Cuando estoy contigo pienso tan poco en mí mismo que a menudo dudo si te das cuenta. Tu simple recuerdo me embarga con una especie de pálido sueño. Parece que últimamente me ha abandonado la energía que se necesita para conversar, y a menudo me encuentro deslizándome hacia el silencio. En cierta forma me apena que no nos hablemos más el uno al otro, y, sin embargo, también sé lo vano que es para mí poner reparos tanto a ti como a mí mismo, pues sé que cuando nos encontremos de nuevo nuestros labios permanecerán mudos. Como ves, empiezo a ser indiscreto en estas cartas. Y sin embargo, ¿por qué debo avergonzarme de las palabras? ¿por qué no debo llamarte tal como en mi corazón continuamente te llamo? ¿qué es lo que me lo impide, a no ser que ninguna palabra es lo bastante tierna como para ser tu nombre?
    Si tienes tiempo, escríbeme.
    JIM
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Mientras me estaba repitiendo esto me di cuenta de que la vida aún me esperaba, si es que decidía entrar en ella. Quizás. no podría embriagarme como lo había hecho alguna vez, pero aún estaba allí y, ahora que soy más juicioso y me controlo más, era inofensiva. No haría preguntas, no esperaría nada de mí, excepto unos momentos de mi vida, dejando libre el resto y me prometería el placer a cambio. Pensé en todo esto y lo rechacé sin remordimiento. Era inútil para mí; no podría darme lo que yo esperaba.
  • Drexanidézett8 évvel ezelőtt
    Querida Nora, ¿estarás «libre» esta noche a las ocho y media? Espero que así sea, porque he tenido tantas preocupaciones que necesito olvidarlo todo en tus brazos. Así que ven si puedes. En virtud de los apostólicos poderes investidos en mí por su Santidad el Papa Pío Décimo, por la presente te doy permiso para venir sin faldas para recibir la Bendición Papal que estaré encantado de proporcionarte. Tuyo en el Judío Agonizante.
    VINCENZO VANNUTELLI
    (Diácono Cardenal)
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