está haciendo tanto daño no sólo a la moda, sino al mundo en general. Ser famoso a costa de lo que sea: de tu integridad, de tu amor propio, de tus propias capacidades incluso, porque Helena está segura de que muchos bloggers son inteligentes, pero la sed de fama no les permite desarrollar sus mentes: quieren lucir y brillar antes que pensar en lo que realmente hacen y para qué están haciéndolo