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Luis Alberto de Cuenca

Las cien mejores poesías de la lengua castellana

  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Baste ya de rigores, mi bien, baste,

    no te atormenten más celos tiranos,

    ni el vil recelo tu quietud contraste

    con sombras necias, con indicios vanos,

    pues ya en líquido humor viste y tocaste

    mi corazón deshecho entre tus manos.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,

    como en tu rostro y tus acciones vía

    que con palabras no te persuadía,

    que el corazón me vieses deseaba;

    y amor, que mis intentos ayudaba,

    venció lo que imposible parecía,

    pues entre el llanto que el dolor vertía,

    el corazón deshecho destilaba.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Lo que se ignora es solo lo seguro;

    este mundo, república de viento

    que tiene por monarca un accidente.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    ¿Qué teme, pues, el hombre en la partida,

    si vivo estriba en lo que muerto yace?

    Lo que pasó ya falta, lo futuro

    aún no se vive, lo que está presente

    no está, porque es su esencia el movimiento.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Nace la vida, y con la vida nace

    del cadáver la fábrica temida.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Huye del sol el sol, y se deshace

    la vida a manos de la propia vida,

    del tiempo que, a sus partos homicida,

    en mies de siglos las edades pace.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Tales los hombres sus fortunas vieron:

    en un día nacieron y expiraron;

    que, pasados los siglos, horas fueron.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Este matiz que al cielo desafía,

    iris listado de oro, nieve y grana,

    será escarmiento de la vida humana:

    ¡tanto se emprende en término de un día!

    A florecer las rosas madrugaron

    y para envejecerse florecieron;

    cuna y sepulcro en un botón hallaron.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Estas que fueron pompa y alegría,

    despertando al albor de la mañana,

    a la tarde serán lástima vana,

    durmiendo en brazos de la noche fría.
  • Manuel Robledoidézett2 évvel ezelőtt
    Tan cerca, tan unida

    está al morir tu vida,

    que dudo si en sus lágrimas la Aurora

    mustia, tu nacimiento o muerte llora.
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