Ubicado en el subsuelo de la Isla de la Genética, un laboratorio asegura la vida y la reproducción asistida como única solución viable para la continuidad de la especie humana, tendiente al hipogonadismo y la neotenia. A medida que se desarrolla la historia, aparecen anomalías en la telecomunicación y toma protagonismo el conflicto ontológico de cada personaje: Sunna, Adalberg, Valdi, Sólmundur, y los demás, son el reverso de una eusociedad hipertecnológica, aislada y en crisis.