La clave de la confianza

Nos gusta tanto hacer todo bien que nos aterra hacer mal algo. Pero si no corremos riesgos, nunca subiremos de nivel.

La mujer plena del siglo XXI debe dedicar menos tiempo a preocuparse de si es competente y más a creer en sí misma y actuar. Capacidad le sobra.

Lo siguiente es invaluable: la seguridad que la maestría confiere es contagiosa. Se propaga. En realidad no importa lo que domines: para un niño podría ser algo tan simple como amarrarse un zapato. Lo importante es que dominar una cosa te da seguridad para probar otra.

, hay pruebas de que, para avanzar, la seguridad es más importante que la aptitud. Ésta fue una noticia particularmente desconcertante para nosotras, que pasamos la vida pugnando por ser competentes.

Es la disposición a salir de tu zona de confort y hacer cosas difíciles. También estábamos ciertas de que la seguridad se asocia con el esfuerzo. Con la maestría. Con resistir y no rendirse. Todas las cualidades afines a la seguridad pueden apoyar esa meta. Es más fácil seguir adelante si eres optimista en cuanto al resultado. Si tienes eficacia personal en un área y la ejerces, tendrás más seguridad en general. Si posees una autoestima alta y crees ser intrínsecamente valioso, no supondrás que tu jefe te cree indigno de un aumento. Y si fallas, la autocompasión te permitirá no reprenderte, sino tomar tu tropiezo a la ligera

La proclividad a hacer hincapié en los fracasos y errores y la incapacidad de dejar de pensar en el mundo exterior son, a su juicio, los principales impedimentos psicológicos de sus jugadoras, los que afectan directamente el desempeño y la confianza en la cancha.

¿Por qué los hombres suelen creerse sensacionales? ¿Por qué parecería que los errores y los comentarios ambivalentes se les resbalan?

cada respuesta hacía surgir una comparación con los hombres,

Para ganar aquí es indispensable que creas en ti misma.

. Vemos que los chicos en libertad de decir, hacer y arriesgarse aprenden sobre la marcha y acumulan lecciones para el futuro. Y que los que se contienen temen consecuencias imprecisas e inmerecidas.

Por fortuna, parte sustancial de la clave de la confianza es, como dicen los psicólogos, volitiva: decisión nuestra. Con un esfuerzo diligente, todas podemos optar por extender nuestra seguridad. Pero sólo lo conseguiremos si dejamos de intentar ser perfectas y estamos dispuestas a fracasar.