Amarillo

ahora me viene a la cabeza lo de que follar con una tía sin que ella tenga placer es como hacer preguntas en una carta

Cuando dormías tenías pesadillas. Tus pesadillas quedaban todo el día flotando por la casa, pero la única que las veía era Cristina

Cesare Pavese escribió en su diario el 25 de marzo de 1950, cinco meses antes de suicidarse, que «nadie se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque un amor, cualquier amor, nos revela nuestra desnudez, miseria, enfermedad, nada».

Freud escribió poco acerca del suicidio. Tenía clara su teoría. El suicida comete en realidad un asesinato. Como no puede matar al causante de su mal, se asesina a sí mismo. Todos los hijos de puta que matan a las mujeres que les abandonan son simplemente los que siguen la ley natural. Si eso tiene algo de natural.

esa alma extraviada entre todos nosotros

Quizá tu muerte haya conseguido que me despierte siempre en el mismo día

Leo tus cartas y no puedo dejar de llorar. ¿Por qué, si estoy tan reconfortado con la certeza de que estás muerto, me siento tan triste?

Nuria duerme. Suena la campana de Gràcia. No tengo sueño, pero necesito pegarme a su cuerpo.

En «Ojalá llueva», una pareja que ha roto se reencuentra en un bar. El chico, que se siente abandonado por la chica y se parece mucho a ti, dice: «Ojalá que cuando salgamos esté lloviendo». La chica le responde: «¿Ves cómo no haces caso a nada de lo que te digo? Aquí estoy, intentando echarte una mano y tú me sales con que a ver si llueve. Además, lo que me faltaba, que lloviera. A la mierda con mi pelo como llueva».

Las cintas de casete desaparecen, como la tinta sobre el papel térmico