Entonces, vio a la bruja bella peinando su melena morada a la luz de la tarde que caía sobre Santiago.
Adaliz Guerrero Ospinaidézett4 évvel ezelőtt
Send los miraba desde arriba, a Blas Alone y la bruja bella, y pensaba que este cuento tenía un final feliz, en Santiago de Chile, cuando ya comenzaba el siglo XXI.
Adaliz Guerrero Ospinaidézett4 évvel ezelőtt
Tu melena es suave como el vino, decía uno, muy poético. Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué, si me miráis, miráis airados? decía otro que a ella le pareció conocido y también: Polvo seré,
Vivi Escobaridézett6 évvel ezelőtt
El solitario llamó a Send con un pequeño silbido. La paloma mensajera llegó volando y pasó su suave cuello de miles de plumas diminutas por la cara de su único amigo
Vivi Escobaridézett6 évvel ezelőtt
«Estará desocupado este castillo», pensó Send. «¿Para qué me habrá mandado el solitario con esta carta?»
Vivi Escobaridézett6 évvel ezelőtt
Entonces Send, cansada de esperar, dejó la carta de amor en la entrada del castillo y la empujó con la patita
Vivi Escobaridézett6 évvel ezelőtt
Está más delgada –dijo una. —Ya no tiene ese cutis tan suave que tenía –dijo otra, llena de gozo. —¿Y se han fijado que los dientes ya no los tiene tan blancos, sino que están como ahumados? –dijo una tercera. Y las demás sonrieron en la esperanza de que la bruja bella se volviera pronto fea y flaca como ellas
Vivi Escobaridézett6 évvel ezelőtt
Esas sí que sabía escribirlas. Para eso era escritor. «Eso es», dijo el solitario en voz alta. «A escribir nadie me gana.»
Ana Gonzálezidézett7 évvel ezelőtt
Y, muy importante..., todas las maldades que hacía le resultaban bien. Y no se le movía un pelo.