dirigirle a él estas preguntas:
—¿Conoces las actividades y el discurso de algún grupo feminista?, ¿has leído alguna vez un libro de teoría feminista?, ¿tienes la más mínima idea de cuántos distintos colectivos feministas hay en esta ciudad y de a qué se dedican?
Os aseguro que la respuesta va a ser un no muy bajito, casi imperceptible. Entonces continuáis:
—Sabes qué pasa, como yo sí que tengo mucha información sobre este tema, la conversación sería tan desigual y poco enriquecedora para mí que mejor ni lo intentamos.