Ningún hombre podría fingir la emoción que se oía en su voz…
Cuando contrataron a Rick Capriotti para dirigir el rancho de la familia, Ashley Meljac se sintió traicionada, porque Rick era el típico chico malo que acababa de volver a Calhoun Corners. Pero el enfado de Ashley desapareció cuando descubrió que Rick era un padre dedicado que luchaba por criar a su bebé. Y mientras lo observaba con la pequeña, Ashley deseaba creer que había cambiado… y que en su corazón habría un lugar para ella.