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Books
Ana María Shua

Cazadores de letras

  • Bryan Hernándezidézett2 évvel ezelőtt
    Fumando, me quedo dormida. Del otro lado, soy feliz: es un buen sueño. El cigarrillo cae sobre la alfombra y la enciende. La alfombra enciende la cortina. La cortina enciende la colcha. La colcha enciende las sábanas. De la casa queda sólo un montón de cenizas. Del otro lado, sigo siendo feliz: ya nada puede obligarme a despertar.
  • R Güemesidézett6 hónappal ezelőtt
    Un grito entra por la ventana. Si lo dejo salir, volverá a molestarme. Rápidamente bajo las persianas y me entiendo con él. Le propongo sonar libremente en los horarios que prevé el reglamento
  • Bryan Hernándezidézettelőző év
    Mi papá no está contento conmigo. Me mira más triste que enojado porque sabe que le oculto un secreto. Estás muerto, quisiera decirle. Pero tengo miedo de que no venga más.
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    Perderse en una densa oscuridad no es tan malo. Mucho peor es esa oscuridad liviana y negra capaz de penetrar por cualquier hendidura. En el cuerpo tenemos grietas suficientes como para permitir cada noche la infiltración constante que nos va oscureciendo las entrañas, tapándonos los ojos desde adentro, hinchándonos de nada.
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    ¡Bájese!, me gritan desde la calle. A deslizarme por una cuerda no me animo: me quemaría las manos. ¡Bájese de la mandolina!, vuelven a gritarme los bomberos. Esos ignorantes no saben distinguir una mandolina de un laúd.
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    Los objetos no siempre resultan amenazadores. A veces, incluso son amables. Los domingos a la mañana, sin ir más lejos, la mesita de luz me trae el desayuno a la cama.
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    Con petiverias, pervincas y espicanardos me entretengo en el bosque. Las petiverias son olorosas, las pervincas son azules, los espicanardos parecen valerianas. Pero pasan las horas y el lobo no viene. ¿Qué tendrá mi abuelita que a mí me falte?
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    Con petiverias, pervincas y espicanardos me entretengo en el bosque. Las petiverias son olorosas, las pervincas son azules, los espicanardos parecen valerianas. Pero pasan las horas y el lobo no viene. ¿Qué tendrá mi abuelita que a mí me falte?
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    En la oscuridad confundo un montón de ropa sobre una silla con un animal informe que se apresta a devorarme. Cuando prendo la luz, me tranquilizo, pero ya estoy desvelada. Lamentablemente, ni siquiera puedo leer. Con la camisa celeste clavándome los dientes en el cuello me resulta imposible concentrarme.
  • Itzel Casaña Floresidézett2 évvel ezelőtt
    Muchos prefieren que se los ate y la calidad de las ataduras varía, como es natural, de acuerdo con el peculio de la gozosa víctima: desde lazos de seda hasta lazos de sangre. Y es que en el fondo nada ata tanto como la responsabilidad de una familia (ciertamente el más caro de los placeres-sufrimientos).
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