Seda

. Tenía los ojos fijos en los labios de Hervé Joncour, como si fueran las últimas líneas de una carta de adiós.

Se habrá notado que ellos observan su propio destino del modo en que la mayoría suele observar un día de lluvia.

- Tal vez la vida, a veces, te cambia de una forma que no hay nada más que decir.

Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás.

- Dicen que en Japón se ha desatado la guerra, esta vez de verdad. Los ingleses le dan armas al gobierno, los holandeses a los rebeldes. Parece que se han puesto de acuerdo. Los dejan desahogarse y después toman todo y se lo reparten.

Mil veces buscó los ojos de ella, y mil veces ella encontró los suyos. Era una especie de danza triste, secreta e impotente.

La seda artificial sería patentada, en 1884, por un francés llamado Chardonnet

Al COMIENZO del nuevo año -1886- Japón declaró oficialmente lícita la exportación de huevos de gusano de seda

Al final del camino encontró el pueblo de Hara Kei: completamente quemado: casas, árboles, todo.

No había nada.

Ni un alma

El gobierno había mandado a Nimes a un joven biólogo encargado de estudiar la enfermedad que inutilizaba los huevos producidos en Francia. Se llamaba Louis Pasteur: trabajaba con microscopios capaces de ver lo invisible: decían que ya había obtenido resultados extraordinarios