Novela de ajedrez

¿no es acaso lo más fácil del mundo considerarse un gran hombre cuando no se tiene ni la menor idea de que hayan existido alguna vez un Rembrandt, un Beethoven, un Dante, un Napoleón?

Ésta ha sido la última vez que intento jugar al ajedrez.

mí me asaltaba cada vez más la sospecha de que hacía rato que se había olvidado ya tanto de Czentovic como de nosotros, y que era víctima de un acceso de demencia fría que podría entrar en crisis en cualquier momento convertida en cualquier forma de violencia.

Con sus aires de rutina, Czentovic permaneció sentado durante toda la partida, inmóvil como una roca,

Con sus aires de rutina, Czentovic permaneció sentado durante toda la partida, inmóvil como una roca

El señor B., por el contrario, se movía con naturalidad y soltura. Como auténtico diletante, en el más bello sentido de la palabra—persona que juega tan sólo por el deleite que le produce jugar

Todo el que ha sido víctima de una manía puede recaer en ella en cualquier momento

No querría volver a ser víctima de la fiebre del juego, de esa pasión que no puedo evocar sin un escalofrío de horror

uego de la fiebre en el que, como siempre ocurre en los sueños, se salta uno las fases intermedias.

juego de la fiebre en el que, como siempre ocurre en los sueños, se salta uno las fases intermedias.