Flor negra El Címbalo de oro

Nada que haya sido creado por el poder de una mente es irreal, por el contrario, todo lo que escuchaste fue creado por tus propios miedos.

Todo lo que existe primero fue ima- ginado. El universo, tú y yo, fuimos pensados por la mente divina, pero a la vez, todos los seres que hemos sido creados imaginamos la existencia de casas, ropajes o instrumentos, y gracias a esa idea creadora, ahora existen

lugar fue creado por la ima- ginación colectiva de todos los seres existentes. Es el depósito de nuestra ignorancia y maldad. Cada pensamiento impuro y cada pecado concebido han ido formando este pozo de desesperanza.

»Espero que nunca tengas necesidad de enfrentarte a alguno. Pero si llega el momento, siempre debes recordar que todos los entes demoniacos se alimentan de una sola cosa: el miedo. ¿Comprendes lo que te digo?

A los aluxes se les conoció como los “seres del monte” y a los akaxes como los “duendes de la muerte”. Con el paso de los siglos el objetivo de los “seres del monte” se mantuvo, todavía velan y protegen el crecimiento de los árboles, las flores y las plantas; pero el propósito de los “duendes de la muerte” se pervirtió y se utilizó a conveniencia de los brujos oscuros para tareas malignas como asustar, enfermar y hasta matar.

Sin embargo, aquella enorme mano se posó sobre su hombro y luego le acarició cariñosamente el cabello, era Hulkín. Antes de internarse en aquel aberrante lugar, el balam le había comentado que en el Mitnal nunca había existido esperanza ni alegría, menos aún una muestra de cariño. Esa, sin duda, era la señal. Nikté abrió los ojos.

Los ansiosos bichos la mordían y picaban sin cesar. Era la peor tortura que había sentido. Gritó de dolor, pero en el acto decenas de esos insectos se le metieron por la boca. Con desesperación intentó escupirlos, pero los voraces animales siguieron su ataque intentando penetrarla por los oídos, la nariz, la vagina, el ano… Entró en pánico, comenzó a sacudirse con tanta violencia que por poco cae al suelo.

No abras los ojos bajo ninguna circunstancia, no importa lo que escuches o lo que sientas.

existen otros seres que descienden para pagar sus culpas, entidades de otros planos que deben pagar por los abusos y excesos que hayan cometido

El lugar al que vamos a entrar es diferente, aquí se depuran las abominaciones de los seres vivos,