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Arelis Uribe

Quiltras

  • María Ruizidézett4 évvel ezelőtt
    Éramos diarios de vida virtuales e interactivos.
  • Susana Lariosidézett9 órával ezelőtt
    La frase me mató. Lo más repugnante es que en mi familia nunca hablamos de esto. Digerí las palabras y miré a mi prima. Las dos estábamos pensando en lo mismo, en lo putrefacto y virulento de los secretos familiares silenciados.
  • Susana Lariosidézett9 órával ezelőtt
    Avanzamos hacia el centro y empezaron a aparecer las otras casas, las que hubiéramos habitado nosotras si hubiéramos nacido bolivianas. Parecían favelas brasileñas: muchas cajitas de ladrillo desnudo, montadas una arriba de la otra, cubriendo la montaña. Pensé que Valparaíso era lo mismo, pero que con la pintura de colores pasaba desapercibida la miseria.
  • Susana Lariosidézett10 órával ezelőtt
    Mi mamá y mi tía Nena se parecían, por eso eran amigas. La gente tiende a ordenarse con los de su tipo, en una segregación voluntaria, como el reciclaje o las donaciones de sangre.
  • Penélope C.idézett2 évvel ezelőtt
    me dejó viendo lento, con espacios entrecortados, como si viviera en Memento
  • Zalveidézett2 évvel ezelőtt
    Me impresionó sentirme un cuerpo extraño, descubrir que mis códigos ya no eran válidos ahí, aunque compartiéramos la misma lengua y el mismo rincón de continente.
  • Zalveidézett2 évvel ezelőtt
    Con el taller concluí que si América del Sur fuera un barrio, Chile sería el vecino arribista que se compra un auto grande y un perro muy chico y usa mucho la chequera y la tarjeta de crédito.
  • Zalveidézett2 évvel ezelőtt
    . La miraba reírse, sus dientes, sus ojos que me buscaban cómplice, igual como cuando una va a la disco y mira a un tipo que la mira de vuelta y una sabe y él sabe que nos miramos y por qué nos miramos.
  • Zalveidézett2 évvel ezelőtt
    pasó lo que sucedía en una familia como la mía: en vez de resolver los problemas, dejaron de hablarse. Supongo que era una tregua, un acto de fe. Confiaban en que el silencio esfumaría las penas, que al dejar de nombrarlas también dejarían de existir.
  • Bonnieidézett3 évvel ezelőtt
    Cierro los ojos y respiro hondo por última vez, imaginando tu cara o la primera palabra que vas a decir cuando abras la puerta y me veas parada al otro lado del umbral.
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