capucha se le escurrió y todos los presentes vieron que se trataba de una mujer. —Maldita sea —musitó ella, al ver cómo la miraban.
Ruby Mejiaidézett6 évvel ezelőtt
—La valentía de esta muchacha me acaba de dejar sin palabras. Pocas personas aguantan el dolor como ella acaba de hacerlo. Y te digo una cosa, no sé qué ha pasado entre vosotros, pero sea lo que sea, sin duda Iolanda tiene razón.