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Paloma Díaz-Mas

Lo que aprendemos de los gatos

  • Alejandra Arévaloidézett5 évvel ezelőtt
    Los seres humanos –piensa el gato– padecen una enfermedad congénita degenerativa que se llama Razón.
  • Maferidézett4 évvel ezelőtt
    Acariciando al gato nos asomamos ligeramente a cómo debe de ser la vida de los animales, centrada en el instante. El tiempo parece suspenderse un poco, mientras nos olvidamos momentáneamente de nuestras obligaciones y urgencias. Quizás sea ésa la forma en que nuestra vida se alarga, no en el tiempo, sino en la intensidad
  • Erika Coronelidézett5 évvel ezelőtt
    Su miedo dura sólo un momento: el momento en el que se produce. El nuestro se prolonga en el tiempo, se arrastra en recuerdos y se proyecta hacia un futuro desconocido e imprevisible.
  • dianalauraaaidézett5 évvel ezelőtt
    Llorosos, no pudimos no pensar que una muerte así, tan fácil, también la querríamos algún día para nosotros.
  • Josué Osbourneidézett3 hónappal ezelőtt
    Al final, los gatos acaban intentando hablar nuestro idioma. Usan para comunicarse con nosotros, para pedir o exigir, unos maullidos que, si nos fijamos bien, comprobaremos que no utilizan jamás para comunicarse entre ellos. Pero saben imitar de manera inquietante el llanto de un niño y por eso los maullidos del gato, cuando son insistentes, nos causan tal desasosiego, sobre todo a las mujeres: nuestro instinto maternal, de protección de las crías, se activa ante el lamento de un gatito insistente y tiránico, al que erróneamente creemos desvalido, convencidos de que los animales dependen de nosotros (y sí que dependen para algunas cosas: nosotros limitamos el espacio por el que se mueven, su acceso a la comida y a la bebida).
  • Josué Osbourneidézett3 hónappal ezelőtt
    noche sin el día.

    Beber es una actividad necesaria pero peligrosa. Cuando cae la tarde, empieza a ponerse el sol y el calor del día amaina, de las suaves sombras azuladas comienzan a emerger cuerpos que sigilosamente, casi reptando, se aproximan a la orilla del río y comienzan a abrevar. Los grandes carnívoros predadores, que también han bajado a beber, acechan semiocultos entre las brañas y los matorrales de las cercanías de las orillas: ellos no sólo tienen sed, sino también hambre.
  • Josué Osbourneidézett3 hónappal ezelőtt
    Nosotros simplemente esperamos, haciéndonos los desentendidos. Con el rabillo del ojo, vemos cómo una sombra negra se vierte desde un estante del mueble del salón hacia el suelo. Como si no nos diéramos cuenta, espiamos discretamente los pasos mudos de una pequeña pantera negra que explora con cautela el pasillo y que, de repente, desaparece tras una puerta entreabierta que da paso a un mundo nuevo –nuestro dormitorio–:
  • Gabriel Cabañas Sastréidézett7 hónappal ezelőtt
    En realidad, tener alguna idea no es malo; pero los humanos, en lugar de tener cada vez una sola idea, persistente y clara, como hacen los gatos, tienen muchas ideas a la vez, por un exceso de secreción de su mente
  • Gabriel Cabañas Sastréidézett7 hónappal ezelőtt
    La mente de los seres humanos segrega constantemente unas sustancias tóxicas, llamadas ideas, que llegan a invadir todo el organismo.
  • Gabriel Cabañas Sastréidézett7 hónappal ezelőtt
    la manía de planificar el futuro, de imaginar lo que pasará (que tal vez no pase nunca
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