es
Bernardo Fernández

Gel azul

Értesítsen, ha a könyv hozzá lesz adva
Ennek a könyvnek az olvasásához töltsön fel EPUB vagy FB2 formátumú fájlt a Bookmate-re. Hogyan tölthetek fel egy könyvet?
  • Josué Osbourneidézett4 hónappal ezelőtt
    “Cómo decirte —pensó él—, cómo platicarte, pobre niña rica. Cómo compartirte mis refugios, cómo darte un poco de alivio. Cómo espantar tus demonios cuando los míos tienen raíces tan profundas. Cómo contarte de todos esos viejos sitios que ya nadie visita, de esos lugares olvidados en el sueño eléctrico, de esas ruinas digitales donde no hay repuesta pero al menos estás lejos de toda esta mierda, donde por lo menos puedes sentir el silencio de tu propia tristeza, y pensar.”
  • Lulu Onixidézett2 évvel ezelőtt
    nanosegundos después reprime la idea: debe conformarse con la imagen de ese cuerpo. Ver pero jamás tocar.
  • Lulu Onixidézett2 évvel ezelőtt
    La única señal de vida proviene de la sala, bañada por la luminiscencia azulada de una máquina que emite un zumbido casi imperceptible.
  • Lulu Onixidézett2 évvel ezelőtt
    O conocía: lleva nueve años en la Red comunicándose con el mundo exterior únicamente por e-mail.
  • Lulu Onixidézett2 évvel ezelőtt
    Sintió un impulso eléctrico recorrer hasta la última ramificación de su nueva anatomía. Se abandonó al placer de la sinapsis.
  • salvador emmanuel cabrera rodriguezidézett2 évvel ezelőtt
    Orca

    soy una orca

    mi cuerpo hidrodinámico

    se desliza hacia adentro

    de este océano helado

    y mientras todo se oscurece

    (el gel llenando mis pulmones, la muerte lamiendo mis labios)

    nado hacia el fondo

    sabiendo que en algún lugar

    (al que me dirijo)

    los mares son más azules

    que éste

    y las cosas

    (necesariamente)

    son mejores para ti

    (que estás muerta)

    y para mí

    (que

    siempre

    lo

    estuve).
  • salvador emmanuel cabrera rodriguezidézett2 évvel ezelőtt
    En la calle encuentra un ejército de rostros grises, millones de miradas derrotadas clavadas en el suelo. Un viento frío que parece barrer las esperanzas.
  • salvador emmanuel cabrera rodriguezidézett2 évvel ezelőtt
    “Cómo decirte —pensó él—, cómo platicarte, pobre niña rica. Cómo compartirte mis refugios, cómo darte un poco de alivio. Cómo espantar tus demonios cuando los míos tienen raíces tan profundas. Cómo contarte de todos esos viejos sitios que ya nadie visita, de esos lugares olvidados en el sueño eléctrico, de esas ruinas digitales donde no hay repuesta pero al menos estás lejos de toda esta mierda, donde por lo menos puedes sentir el silencio de tu propia tristeza, y pensar.”
  • salvador emmanuel cabrera rodriguezidézett2 évvel ezelőtt
    Quizá dopándose sea la única manera de conducir en una ciudad desquiciada.
  • Mariana González Peñalozaidézett2 évvel ezelőtt
    Ella veintidós, él treinta y nueve
fb2epub
Húzza és ejtse ide a fájljait (egyszerre maximum 5-öt)