El discípulo se hace, no nace

Aprende a disciplinar su vida.

Más tarde, Pablo le escribió: “Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos…” (2 Timoteo, 3:10-11).

No se queda atrapado en el resentimiento.

No pone su confianza en la carne.

No tiene un espíritu independiente.

Tiene amor a la gente.

Tiene un corazón servicial.

La persona fiel es la que está dispuesta a pagar cualquier precio para cumplir la voluntad de Dios en su vida.

La persona fiel es aquella que tiene amor a la palabra de Dios.

Consideremos mentalmente unos pocos rasgos de la persona que puede ser calificada de “fiel”.