La felicidad no se graba, no deja cicatrices, es como el cauce de esos arroyos cristalinos, preñados de destellos mágicos, dueños de una música suave y arrulladora que dicen que alivia enfermedades y restaura el alma
Casandra Gómezidézett2 évvel ezelőtt
Sé desde entonces que el amor es un milagro irrepetible, y que no todos llegan a vivirlo. ¿Verdad, Gaspar
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
Gaspar: tenía los ojos tan tristes como cualquier otro hombre de los hongos
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
¿Acaso no se enteró, desde el primer día, de que Gaspar era mío? Everardo me lo regaló: Y es obvio que fue el mejor regalo que recibí en toda mi vida
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
La segunda víctima de Toy fue mi madre. Gaspar y yo encontramos el cadáver. Sus certeros colmillos le destrozaron el cuello, y sus garras abrieron surcos sobre sus hermosos senos
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
Y otro amanecer –que marcó el fin de esta tregua, durante la cual terminó la infancia–, el rugido del viento me despertó
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
Así fueron los años que siguieron a la llegada de Gaspar. Nos acostumbramos a él y él a nosotros, y a los hombres de los hongos que año tras año –durante el verano– morían
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
La felicidad no se graba, no deja cicatrices, es como el cauce de esos arroyos cristalinos, preñados de destellos mágicos, dueños de una música suave y arrulladora que dicen que alivia enfermedades y restaura el alma
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
Nos miró con ojos tristes, como los ojos de todos los hombres de los hongos. Para nosotros, él era como un objeto o un mueble más; no lo saludamos
Fernando Garciaidézett2 évvel ezelőtt
mientras más avanzaba sobre esa tierra de terciopelo advertí que de ella brotaban miles de setas, ¡las