El ganador de almas

“La fe tiene que obedecer
Y no solo confiar:
Quien nos perdona es celador
De Su gran santidad”.

¿Cómo puede alguien ser discípulo de Cristo cuando vive en abierta desobediencia a Él?

no podemos olvidar que la fe verdadera siempre ora, y cuando un hombre profesa fe en el Señor Jesús, pero no invoca al Señor todos los días, no osamos creer en su fe ni en su conversión.

no hay oración, pueden estar muy seguros de que el alma está muerta.

La regeneración verdadera implanta un odio por toda maldad, y donde hay deleite en un pecado, la evidencia resulta fatal para la esperanza sana. No es necesario que el hombre beba doce venenos para destruir su vida, uno es más que suficiente.

“El que practica el pecado es del diablo”.

¿De qué sirve que te calmes pronto si en unos pocos momentos quemas todo a tu alrededor?

Ningún pecador mira al Salvador con los ojos secos o el corazón duro.

hay una mejor definición del arrepentimiento que la que se entrega en el siguiente himno infantil:

Arrepentirme es
Dejar el mal que amé
Mostrando que lloro en verdad
Al no volverlo a hacer.

contrario. Libertado del temor que hace de la salvación propia un objeto más presente que la salvación de la propia maldad e inspirado por una santa gratitud a su Redentor, el hombre regenerado llega a ser capaz de practicar la virtud y está lleno de entusiasmo por la gloria de Dios.