El imperativo estético

La experiencia estética se convirtió en mandamiento y ley, privándola así de su sentido, pues se suponía que el terreno de la estética no era sino el del amor patológico, el de la mera inclinación.

El proyecto estético de Sloterdijk tiene una dimensión ética.

i a los mandatos éticos ni a los estéticos se les puede robar su carácter absurdo, que es su carácter imperativo.

na la estética de la modernidad y va en busca de una estética humana. Sigue aquí a Lacan, de quien aprendemos que todo lo que hace del placer mandamiento o prohibición, no hace sino reforzar la prohibición.

Cuando la estética dicta mandamientos, hace imposible el disfrute. El mandamiento frustra el goce estético, pues el goce estético radica precisamente en sentir sin órdenes ni leyes.

e la experiencia estética, de la emoción ante la belleza, se hizo una exigencia racional, un mandamiento, algo similar a una ley. La estética se integró, por así decirlo, en una legislación, pues sucumbió a la interpretación de los mandamientos del evangelio estético

Los escritos de Sloterdijk demuestran que este imperativo estético, que hasta cierto punto estuvo secretamente presente en todas las estéticas existentes, no puede existir, lo cual desarma a la modernidad.

l Romanticismo fue la primera reacción contra todo esto. Fue el primer programa de reencantamiento frente a la Ilustración, la ratio, la ciencia, la técnica y la industria.

Podemos así certificar que, con el Romanticismo, se creó aquella estética, o mejor, se fundó la estética en general, que, a pesar de todas sus contradicciones y retornos (a la Antigüedad, al Renacimiento, a la Edad Media, a la religión), conformó el discurso de la modernidad

Cuando, en torno a 1800, las revoluciones industrial y políticamarcaban el principio del fin del absolutismo político, la idea de lo absoluto migró, para sobrevivir, a la filosofía del arte. Allí sobrevivió y allí dominó hasta hoy. Y ello porque la modernidad nunca se deshizo de la herencia romántica y su impugnación de la Ilustración. Lo absoluto y lo espiritual, lo religioso y lo soberano, lo autoritario y lo intuitivo siguen existiendo en el arte moderno.