El Duque Y Yo

Está bien sentir odio, pero no puedes permitir que sea lo que rija tu vida. Incluso ahora estás dejando que él dicte tus acciones.

Odiaba sentirse tan nervioso al estar junto a ella cuando, durante las últimas semanas, habían sido tan buenos amigos. Odiaba que se quedaran callados sin saber qué decir mientras, antes, ella era la única persona con la que nunca había sentido la necesidad de hacer pausas para hablar bien.

porque para ellos la familia solo era algo bueno y verdadero. No conocían las palabras crueles y los sueños rotos. No conocían el horroroso sentimiento del rechazo.

Separándose de ella, se giró de lado. Anthony, Benedict y Colin seguían allí. Anthony estaba mirando el techo, Benedict hacía ver que se miraba las uñas y Colin los estaba mirando abiertamente.

El duque de Hastings ha vuelto!

Es que no te preocupa nuestro hijo?

—¿Es que no te preocupa nuestro hijo

¿Es que no te preocupa nuestro hijo?

¿Quererme? Dijiste que me querías, ¿recuerdas? —Frunció el ceño—. No creo que puedas retirarlo ahora.

Decir que los hombres son tercos como mulas sería insultar a las mulas.