Guías HBR: Cómo superar el Burnout

Desde un punto de vista más optimista, trabajar desde casa y tener un horario flexible son aspectos positivos para muchos empleados y para sus empleadores

burnout casi siempre se debe a tres prácticas insostenibles en el entorno del trabajo: una carga de trabajo injustificable, la falta de alineación con los valores de la empresa o la sobrecualificación sistemática de los puestos de trabajo.

Solo hace falta interesarse intencionada y frecuentemente por cómo se siente la gente y comprometerse a hacer un seguimiento.

Puede tratarse de una impresora averiada en la enfermería y que obliga al personal a correr por el pasillo para imprimir los documentos de sus pacientes, a pesar de que su reparación solo costaría 100 dólares. Pueden presentarse como ese café que hay que pagar en la sala de descanso cuando «los tiempos son difíciles». También surgen cuando «trabajar desde casa» significa que tengas que publicar en Slack cada descanso de cinco minutos que hagas. Se presentan de forma desagradable, como cuando a las diez de la noche llega ese email de tu jefe que sutilmente espera una respuesta inmediata. Son esos aseos donde tienes que sacarte la leche porque no existe otro lugar privado para hacerlo. Son esas plazas de aparcamiento por las que pasas y siempre están vacías, reservadas para unos VIP que nunca las usan, y los presupuestos desorbitados para servicios que nunca podrás usar.

desgastando a la gente son pequeñas e irritantes experiencias cotidianas.

Los empleados de alto rendimiento son excelentes en el cumplimiento de los objetivos de productividad, y se les suele describir como comprometidos aunque estén muy estresados y desgastados o quemados.

Un punto fuerte desmesurado puede convertirse en un inconveniente

la aceleración del burnout como una «ecopandemia».

factores de riesgo del síndrome del trabajador quemado como:

Te identificas tanto con el trabajo que falta equilibrio entre tu vida laboral y la personal.
Tienes una gran carga de trabajo, incluidas las horas extra.
Intentas ser todo para todos.
Trabajas en una profesión de asistencia social; por ejemplo, como médico o enfermero.
Sientes que tienes poco, o ningún, control sobre tu trabajo.
Tu trabajo es monótono.2

Los empleados de alto rendimiento son excelentes en el cumplimiento de los objetivos de productividad, y se les suele describir como comprometidos aunque estén muy estresados y desgastados o quemados.