Ceniza en la boca

Está muy cabrón eso de vivir para el futuro porque ya te sientes inútil en el presente y miserable en el pasado.

Y yo la miraba feo, muy feo, como si mi mirada pudiera transmitirle todo lo que ella no me dejó decirle.

Yo te amaba, pero tú amabas el mar.

Me lastimó, pero ya éramos esos animalitos agresivos y heridos que nomás tratan de no herirse más, así que no quise responder a su dentellada.

Pocos sobreviven a los chistes, pocos tienen gracia para contarlos y nosotros éramos un chiste que se reía de sí mismo.

Todas las complicaciones siempre llegan juntas, como si quisieran competir entre ellas a ver cuál es la que nos hace perder la cabeza

en México nos podían decir que éramos pobres, y lo éramos, al menos estábamos acompañados; pero en Madrid nos miraban como pobres y además como apestados

una vez que entiendes tu lugar en el mundo, ese dolor de estómago que a mí me daba en ocasiones de mucho estrés, se vuelve perpetuo.

¿tú qué crees, que nos queremos ir porque sí? Ya te veré con tus cosas y tus traumas

Porque nadie te cree, pero hay quienes se te mueren aunque sigan respirando y se muevan frente a ti.