Desde hace mucho tenía ganas de leer este libro, especialmente porque vi el trailer de la película y me llamó la atención. Narra de manera fragmentada las vivencias de Garrad Conley en un programa de conversión para dejar de ser homosexual, y la manera que es llevado allí por sus padres cuando se enteran que es gay.
Garrard, según entendí, pertenece junto a su familia a la iglesia Bautista en un estado del sur de Estados Unidos, su padre en esa época estaba ordenándose como pastor de la misma y según se describe no es un mal tipo, ni violento ni abusivo, sin embargo, al enterarse de la orientación sexual de su hijo dice unas cosas tremendamente dolorosas. La madre por otro lado al principio resulta mucho más afectada por la noticia pero se va gestando un cambio sustancial.
Las primeras páginas me encantaron pero luego toda esta historia real que vivió el escritor se me empieza a tornar aburrida y repetitiva, no creo que ahondé mucho en sus sentimientos porque suele estancarse en su fe y sus dudas religiosas, que si bien son importantes para él, a mí no me interesaba. Creo que el final puede ser lindo por las conclusiones y la relación con sus padres, con la reconciliación acerca de su sexualidad y quien es él y lo que siente, pero esperaba hechos más violentos que me conmovieran o me generaran indignación (Me parecen terribles estos sitios donde prometen convertir en heterosexuales pero no logré conectar con la narración).
Es un libro que está escrito de una manera sencilla pero que algunos elementos que narra parecen repetitivos y algunas veces que no aportaban a las situaciones que se describían.
Este libro cuenta la experiencia de Garrard, un joven de 19 años que estuvo en Love in Action (LIA) para "curar" su homosexualidad con una terapia fundamentalista cristiana y ser "exgay". Si bien el autor pasó por esta terapia durante un poco más de una semana, el libro narra los momentos de su vida en los que su sexualidad fue despertando a la vez que la culpa y el miedo marcaban su percepción de lo que significaría aceptar ser gay ante su familia, ante su comunidad altamente religiosa, ante Dios, y ante sí mismo. La narración no es lineal, de forma que alterna las sesiones de terapia (que son bastante invasivas), con recuerdos y anécdotas sobre sus padres, la llamada que sintió su padre para ser predicador, su novia de la secundaria, sus primeras experiencias gays, y su lucha consigo mismo.
Lo que me gustó: El estilo de escritura hace que sus experiencias sientan muy personales y creo que se explica bien cómo la crianza sumamente religiosa de Garrand hacía que sienta que su homosexualidad era un problema, un pecado mortal, y, con suerte, una enfermedad. Aunque odio que él, como persona, haya pasado por algo así, creo que es positivo que la lucha interna del personaje principal sea palpable, pues resulta especialmente valioso para que se comprenda que los centros de conversión como LIA son en extremo perjudiciales y dañinos, aun en casos como el de Garrand en que pasan un tiempo corto en este tipo de terapia. En ese sentido, el epílogo es particularmente fuerte. También me gustó cómo presenta la relación con su madre, cómo construye al personaje de su padre, y la manera en la que cuenta escenas cotidianas que llevan a entender mejor al personaje. Mi parte favorita fueron los párrafos finales.
Lo que no me gustó: Algunas veces me perdía un poco en los saltos de tiempo, pues un recuerdo llevaba a otro y a otro, o requería de información contextual para dar sentido a algún símbolo, como la nieve, por ejemplo. Asimismo, hay algunos eventos que el autor describe largamente sin que sea muy clara su conexión con el resto de la historia o por qué fueron significativos (como cuando fue a ver La pasión de Cristo en el cine, o cuando acompañó a su padre a la cárcel, por ejemplo). Así, me pareció que hay partes de la historia que podrían haberse desarrollado un poco más u omitido. A momentos la narración se hace un poco tediosa, pues podría ser un libro más corto, o podría haber dejado más espacio para explicar un poco mejor su proceso después de su experiencia en LIA.