«Eso le va a enseñar a no robar» pensó Francisco mientras subía a su caballo y dejaba estaqueado en la playa al Chino, como se castigaba en la época de Rosas. “Flor de cagazo se va a pegar cuando vea que la marea sube.”
Así arranca “Marea Alta”, cuento en el que, como en “El faro”, el autor presenta a la Patagonia como un territorio donde siempre valió la impunidad y la justicia por mano propia. No sólo en el pasado… también en la actualidad, como se descubre en «Río de hielo”. “La Patagonia te puede sorprender en cualquier momento” dice el autor y el lector lo descubrirá cuando, en «El último milodón”, un fantástico hallazgo sacude todo lo que los científicos aceptan, o cuando un simple turista de un pacífico crucero… ya verá.
En este trabajo Gerardo Bartolomé abandona temporariamente su especialidad, la novela histórica, para encarar la ficción pura en un rubro tradicional de la literatura argentina: los cuentos. Pero lo que no abandona es su costumbre de mantener al lector prisionero de una trama apasionante que lo llevará a los confines de la Patagonia de ayer y de hoy.
En Patagonia a sangre fría el autor se mantiene fiel a su estilo, que le valió en 2006 la siguiente crítica: Pocas veces he leído en los últimos tiempos una novela de aventura más brillante y completa que La traición de Darwin. No conozco a Gerardo Bartolomé pero señalo su garra de escritor y, si persiste en estos temas, le auguro un excelente destino como escritor. —Félix Luna.