Crítica del espectáculo y de la vida cotidiana

dominante organiza la defensa del capitalismo mediante la ocultación de sus contradicciones inherentes, separando la política de la cultura dado el nivel de desarrollo alcanzado de fuerzas productivas. En política, la clase dominante recurre a medidas reformistas para contener el movimiento obrero, mientras que en la esfera de la cultura organiza la “banalización de los hallazgos subversivos y los difunde ampliamente una vez esterilizados”

sociedad que es incapaz de canalizar las posibilidades generadas por dichas fuerzas mismas

estético-político solo es posible a través de una revolución proletaria

La deriva es una técnica lúdica que consiste en un desplazamiento libre por un entorno urbano en el que los sujetos se abandonan a los encuentros con el paisaje, analizando los efectos anímicos que dichos ambientes propician. A través de dichos paseos, los sujetos se hacen una idea cada vez más clara de los condicionantes urbanos del ánimo, pero también del funcionamiento geográfico de la ciudad, de tal forma que pueden servir a un conocimiento acumulado del ambiente urbano.

para descubrir lo que amabas, primero debías encontrar todo aquello que odiabas, todo aquello que bloqueaba tu camino a lo que amabas

izquierda, en su idea de elevar el nivel de vida de los trabajadores participa de esta idea burguesa de vida feliz que tiene como modelo un consumidor pasivo

la vida feliz se define por el consumo, asociando la idea de felicidad a la posesión de determinados objetos.

forma de control político se ejerce a través del embrutecimiento de la población promoviendo nuevas formas de consumo de masas;

En política, la clase dominante recurre a medidas reformistas para contener el movimiento obrero, mientras que en la esfera de la cultura organiza la “banalización de los hallazgos subversivos y los difunde ampliamente una vez esterilizados” (2005). La descomposición cultural para Debord se caracteriza por la decadencia de los viejos valores e ideologías burguesas y por la introducción de nuevos procedimientos deliberadamente anticulturales llevados a cabo por la industria cultural que tienen como consecuencia un nuevo analfabetismo de masas.

Para los situacionistas, la sociedad se cuestiona cada vez más el problema de la utilización del tiempo debido a las crecientes posibilidades de organización que han supuesto los avances científicos y tecnológicos. El au­­mento de las fuerzas productivas permite que el capitalismo se desarrolle en lugares que mantenían hasta entonces una relativa autonomía con respecto a la forma mercancía.