Estas brujas no arden

A mi esposa, Megan.
Conocerte lo ha cambiado todo,
incluso esta historia

Soy fuego; pura pasión y perfecta agresividad.

Veronica cambia la bolsa de mano y una máscara se instala sobre sus facciones. Desapareció el dolor. Desapareció la chica a la que amaba, reemplazada por la que rompió mi corazón.

A mi esposa, Megan.

Conocerte lo ha cambiado todo,

incluso esta historia.

No puedo creer que besé a ese cretino, hace como cinco minutos.

Crea barrera suficiente para evitar mirarla

el hielo en mis venas aplaca el sentimiento.

Si tuvieran alguna idea de cómo somos las verdaderas brujas, de lo que somos capaces de hacer…

No es que vaya a decir algo realmente. Exponer mi secreto sería arriesgarme a ser desterrada.

O a algo peor.

–Deberías pedirle a tu jefa que la vede de la tienda.