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Cómo perder un país

  • Irasema Diazidézett2 évvel ezelőtt
    ello porque la respuesta a la pregunta «¿Cuándo se ha vuelto usted tan cruel?», la planteen los estadounidenses, los alemanes o los ciudadanos de cualquier otro país, es que esas personas cambiaron el día en que su líder mencionó explícitamente o insinuó implícitamente una causa. Mientras haya una causa, y, en consecuencia, el líder pueda trazar una línea entre los que están a favor y los que están en contra, no habrá un delito ético al que los humanos no recurran.
  • Irasema Diazidézett2 évvel ezelőtt
    «Está nuestra causa», ha repetido Erdogan una y otra vez durante años, «y están los que se interponen en el camino...» El contenido de la causa que él aportó a la política turca nunca ha quedado claro. Durante sus dieciséis años en el poder, Erdogan en ningún momento ha definido ni explicado realmente cuál es esa causa, aunque con el tiempo se ha hecho evidente que no solo quiere una Turquía islámica y ultraconservadora, sino también un régimen autoritario en el que hasta los niños estén sometidos a una severa politización, obligados a mostrar total obediencia al gobernante y convertidos así en sus ciudadanos ideales.
  • Irasema Diazidézett2 évvel ezelőtt
    Los que tenían una causa «real» –ya fueran Trump, Putin o Erdogan– cogieron el vacío del corazón de la red global y lo llenaron jubilosos, convirtiendo a la gente en militantes de la antipatía. Les dijeron a sus seguidores: «A nadie le importas, así que tampoco tienes que preocuparte por nadie. De todas formas se están muriendo.» Manipularon sistemáticamente los resentimientos y la ira de las masas olvidadas, convirtiéndolos en un discurso político xenófobo y hostil. Esos militantes se convirtieron en los ciudadanos ideales del populismo de derechas, personas capaces de decir: «De todas formas se está muriendo», o «Se merece morir si se interpone en el camino de la causa».
  • Irasema Diazidézett2 évvel ezelőtt
    La foto define perfectamente a la nueva ciudadana de Turquía: «No le pedimos necesariamente que cambie, que lleve velo y esas cosas. Lo único que le pedimos es su plena obediencia y sumisión.» De lo contrario...
  • Irasema Diazidézett2 évvel ezelőtt
    En 2014, en una cumbre de grupos progubernamentales en favor de los derechos de las mujeres, el presidente se siente lo bastante confiado para decir: «Nuestra religión [el islam] ha definido un puesto para las mujeres: la maternidad. No puedes explicárselo a las feministas porque ellas no aceptan el concepto de maternidad.» Ese mismo año arremete contra la píldora anticonceptiva por constituir una traición al país, y tilda el aborto y los partos por cesárea de homicidios. Nadie entiende realmente por qué de golpe y porrazo las cesáreas son malas, pero bastan sus palabras para hacer que los hospitales apliquen restricciones de facto a este tipo de intervenciones.
  • Irasema Diazidézett2 évvel ezelőtt
    necesita toda una generación para crear un nuevo hombre, pero rediseñar a las mujeres es un trabajo que se realiza de la noche a la mañana, o eso es lo que creen. Y resulta lamentable que todos y cada uno de esos proyectos, a pesar de su evidente hostilidad hacia las mujeres, siempre logren encontrar simpatizantes femeninos cuya consistencia es tan flexible como la plastilina.
  • Talia Garzaidézett3 évvel ezelőtt
    Los chistes hacen referencia principalmente a la idea de que se trata de un acto orquestado para legitimar el sistema presidencial –como alternativa al parlamentario– que el presidente Recep Tayyip Erdogan lleva tiempo reclamando; un cambio que le otorgaría aún más poder del que ya tiene como único gobernante de facto del país.
  • Talia Garzaidézett3 évvel ezelőtt
    Lo absurdo de la situación provoca sarcasmo en las redes sociales.
  • Adal Cortezidézett3 évvel ezelőtt
    Varios meses después, el 21 de febrero de 2018, David Hogg, de diecisiete años de edad, empezó a decir: «Es...», y luego se detuvo para encontrar la palabra apropiada, antes de terminar eligiendo «increíble». Hogg era uno de los supervivientes del tiroteo masivo producido siete días antes en el instituto de secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, que había costado la vida a diecisiete personas entre estudiantes y empleados. Hablaba para la cadena CNN International, respondiendo al ataque de un grupo de troles que afirmaban que el tiroteo era una patraña y que él mismo no era más que un actor. Tras expresar su preocupación por la violencia con armas de fuego, los troles estadounidenses solo habían tardado unos pocos días en sentarlo en el banquillo de los acusados. David Hogg se vio obligado a demostrar que no estaba actuando en nombre del grupo de presión contrario a las armas de fuego, y que su padre, antiguo agente del FBI, no le había instruido para hablar contra Donald Trump. Y finalmente, acorralado por el aluvión de mentiras, incluso se vio forzado a demostrar que realmente era alumno del instituto, lo que hasta entonces había creído que era un hecho incuestionable, como la redondez de la Tierra.
  • Adal Cortezidézett3 évvel ezelőtt
    «Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.»
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